"Y que en Su nombre se predicará el arrepentimiento para el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén."
Lucas 24:47 NBLA
Un pastor nunca debe de olvidar que está a cargo de un rebaño que tiene una misión y un objetivo que cumplir de parte del buen y perfecto pastor, el cual dio su vida para que muchas ovejas pudieran venir a este rebaño.
Por ello una de las labores principales de un pastor es que cada oveja y el rebaño en conjunto cumplan con el anhelo y deseo profundo del corazón del Buen Pastor que es la anunciación de la buena noticia, que las puertas para entrar al rebaño están abiertas gracias al sacrificio del Buen Pastor al dar su vida por el perdón de pecados de la humanidad. En ocasiones a los pastores nos parece no ver el rebaño lo suficientemente preparado para salir fuera de las fronteras de protección, pero no debemos de olvidar que cada oveja tiene al Espíritu Santo residiendo en ella, y que cuando se obedece este mandato de predicar el evangelio, el Espíritu Santo fortalecerá y madurará a la oveja.
Por otro lado hay muchas ovejas que no formarán parte del rebaño si no se sale en búsqueda de ellas, al hacerlo se convertirán en bendición y aportación para el crecimiento del rebaño y la expansión de la buena noticia. Por lo que es vital que una congregación esté en una continua misión y que cada pastor introduzca el elemento de la evangelización congregacional y orgánica como eje fundamental de la congregación.