"Exhorto, pues, ante todo que se hagan plegarias, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres,"
1 Timoteo 2:1 NBLA
En este versículo Pablo nos presenta un abanico de formas de oración por medio de las cuales podemos acercarnos a Dios y abordar diferentes necesidades y planteamientos a través de nuestra comunión con Él. La melodía que se puede ver en este tipo de acercamientos a Dios es la de la reverencia y dependencia de Él para buscar su favor hacia los hombres. De hace un tiempo atrás se ha introducido un estilo de orar dónde más que acercarnos a Dios como el Soberano y absoluto Señor, nos acercamos dándole órdenes y tomando nosotros un lugar que en el relato bíblico poco lugar tiene dónde se proclaman cosas y se le obliga a Dios a concederlas.
Pablo era un hombre de profunda espiritualidad y fe pero no por ello dejaba de vivir en la melodía de la rogativa y acción de gracias en su intercesión por los hombres. Aún Jesús siendo el Hijo de Dios se arrodillaba en el huerto de Getsemaní para solicitar de su Padre favor. Imitemos también nosotros como hijos esa virtud de un corazón reverente que se acerca a un Dios que no le debe nada.