"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados."
Romanos 8:28 RVR1960
A lo largo de nuestro peregrinaje en esta vida, no estaremos exentos de diferentes tormentas y situaciones complejas que nos pondrán a prueba. La clave de este texto que Pablo nos regala no es el saber que somos amados por Dios pues eso es indiscutible, es un desafio a nosotros de amarlo en forma de obediencia y lealtad a pesar de toda situación que podamos vivir. Cada prueba para el verdadero creyente trae vida, madurez, caracter y revelación de parte de Dios. Si mostramos resistencia y una actitud no dispuesta a recibirla y buscar a Dios en medio de ella, nos quedaremos estancados en un punto de nuestro crecimiento y esto limitará la imagen del Hijo en nosotros y el desarrollo de sus propósitos.
Por ello en esos momentos de fuego, no dudes de su amor y respóndele por encima de tus sentimientos con un amor hacia Él y obediencia a su voluntad, para poder aprobar el exámen y cuando esté acabe, no quede en un desperdicio sino que más de su imagen y fragancia pueda verse a través de ti. Y este es el fruto del que Jesús habló que daria Gloria al Padre.