"Pues ¿quién es Dios aparte del Señor ? ¿Quién más que nuestro Dios es una roca sólida?"
Salmos 18:31 NTV
Las dos preguntas que David formuló hace ya algunos siglos atrás siguen retumbando aún hoy . Cada uno estamos buscando un Dios a quien dedicar nuestras vidas y una roca que nos haga sentir seguros en el ajetreado viaje de la vida. La primera pregunta tiene respuesta fácil y más al haber conocido hasta donde nuestro Dios fue capaz de amarnos al encarnarse en Jesucristo y después morir y resucitar por nosotros.
La segunda, aunque los hombres siguen buscando en la política, la economía, la ciencia, los deportes, la fama y tantas rocas, lo que hoy estamos asistiendo es al resquebrajamiento y naufragio de todas las rocas donde el hombre ha puesto su confianza y esperanza. Aún cuando algunas de las rocas te pudieron acompañar a lo largo de la vida y serte útiles ninguna de ellas será duradera al enfrentar la tormenta de la muerte y del paso a la eternidad.
La segunda, aunque los hombres siguen buscando en la política, la economía, la ciencia, los deportes, la fama y tantas rocas, lo que hoy estamos asistiendo es al resquebrajamiento y naufragio de todas las rocas donde el hombre ha puesto su confianza y esperanza. Aún cuando algunas de las rocas te pudieron acompañar a lo largo de la vida y serte útiles ninguna de ellas será duradera al enfrentar la tormenta de la muerte y del paso a la eternidad.
Pero David no hace esta pregunta como buscando una respuesta, al contrario, lo hace porque sabe cuál es la respuesta. La "Roca de Israel" es la roca que nunca ha fallado a aquellos que han puesto su confianza y sus pies sobre ella. Pedro confesó que Jesús era el Hijo de Dios a lo que Jesús le respondió que esta afirmación iba a ser la "Roca" qué ayudaría a aquellos que confiaron en ella a vencer también esa tormenta que mencionábamos anteriormente, la muerte. Jesús es la Roca Eterna y hoy tú tienes que tomar la decisión sobre la manera en la cual te vas a encontrar con ella.