"Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió."
Hechos 7:60 RVR1960
En este devocional vamos a abordar una de las evidencias más notables de andar en el Espíritu y no bajo nuestros sentimientos y las obras de nuestra vieja naturaleza. El creyente está llamado a caminar en medio de un mundo caído donde nos encontraremos con situaciones de todo tipo en nuestra relación con los demás. El roce, la decepción, los conflictos personales y aún la persecución por nuestra fe serán una presión que permitirá salir lo que hay en nosotros. Esteban era un joven con un futuro prometedor en su ministerio como evangelista y apologeta, pero la envidia y el odio de los religiosos de su época no pudieron soportar la sabiduría de Dios en él, por lo que llenos de ira optaron por piedra tras piedra acabar con su vida cruelmente, rodeado de tan basto espectáculo de injusticia y maldad contra él, salió desde su corazón a través de sus labios “Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Un creyente con buena salud espiritual no depende de las circunstancias que le rodean para decidir cómo ha de responder, en realidad no son estas las que le lleva a la forma de responder sino la naturaleza del Hijo de Dios que mora en él, por lo que responde no por circunstancias sino por naturaleza. En realidad ya la respuesta está dentro de él, solo que las circunstancias permiten que se manifieste el olor fragante a la imagen de Jesús cómo fue el caso de Esteban y de tantos hombres y mujeres a lo largo de los siglos que cultivaron una buena salud espiritual.