"Y sucedió un día, al caer la tarde, que se levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa."
2 Samuel 11:2 RVR1960
Betsabe era una mujer muy hermosa tal como la Biblia describe, pero David cometio un error encendido por su deseo y lascivia que como fuego que arde en las zarzas, que consume rápido pero solo deja ceniza y humo, así un momento de pasión , dejó un horizonte de dolor y quebranto por el cual nunca hubiera querido transitar. Al igual que David, en nuestro peregrinaje seremos atraídos de muchas cosas muy hermosas que nos invitaran a salirnos de la voluntad escrita de Dios, pero no olvidemos las razones de sabiduría de las cuales nunca hubiera querido David apartarse. La primera es que por muy bella que Betsabe fuera, hoy esa belleza esta consumida y no tieneprovecho alguno pero las consecuencias arrasaron gran parte de su vida.
La segunda es buscar saciar la sed del alma en cisternas rotas fuera de la voluntad de Dios y no solo quedar sedientos sino heridos y con gran culpabilidad. Aún así David supo encontrar perdón y liberación de su culpa gracias a la misericordia de Dios y su rápido arrepentimiento cuando fue confrontado. Vivamos bajo entendimiento y temor de Dios en nuestro peregrinaje para no beber de aguas aparentemente frescas pero que nos dejaran desolados y si como David hemos cruzado lineas engañosas, seamos prontos en arrepentirnos y volver al pozo de aguas vivas.