"Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne."
Gálatas 5:16 RVR1960
En ocasiones podemos pensar acerca de este mandato que es algo muy difícil de vivir y que tiene que ver más con una vida mística e ir levitando, pero veamos a la luz del texto de qué se trata.
Lo primero que Pablo nos dice es que debemos "andar", esto nos habla de un estilo de vida y forma de conducirnos en nuestro caminar en la tierra no basado en nuestras emociones sino en "La Palabra de Dios".
Después nos señala que hay dos voluntades, la del Espíritu y la de la carne y que el Evangelio nos ha hecho libres para poder responder a esa voluntad del Espíritu no como obligación sino como un deseo que hay en nuestra nueva naturaleza.
Pablo estaba llamando la atención sobre un estilo de vida de disputa y donde no se reflejaba amor por el prójimo cosa normal de la voluntad de la carne, y es ahí cuando introduces este mandato de andar en el Espíritu, para después concluir con el fruto (amor, paz, paciencia, bondad, fe... ) que este traerá y que solo se podrán poner de manifiesto en nuestras relaciones interpersonales en medio de un mundo caído.
Lo primero que Pablo nos dice es que debemos "andar", esto nos habla de un estilo de vida y forma de conducirnos en nuestro caminar en la tierra no basado en nuestras emociones sino en "La Palabra de Dios".
Después nos señala que hay dos voluntades, la del Espíritu y la de la carne y que el Evangelio nos ha hecho libres para poder responder a esa voluntad del Espíritu no como obligación sino como un deseo que hay en nuestra nueva naturaleza.
Pablo estaba llamando la atención sobre un estilo de vida de disputa y donde no se reflejaba amor por el prójimo cosa normal de la voluntad de la carne, y es ahí cuando introduces este mandato de andar en el Espíritu, para después concluir con el fruto (amor, paz, paciencia, bondad, fe... ) que este traerá y que solo se podrán poner de manifiesto en nuestras relaciones interpersonales en medio de un mundo caído.
En base a esto, también seran los que nos rodean empezando en el hogar, los que sabrán si andamos o no en el Espíritu.
Por lo que concluyo que una de las señales más claras de andar en el Espíritu es ponerte bajo la voluntad de Dios en relación con el prójimo pudiendo ser vista en nosotros la nueva naturaleza que refleja al original que no es otro que “Cristo".