"Decía: «Abba, Padre, todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú»."
Marcos 14:36 NVI
El padre le había mostrado la copa al Hijo pues el sacrificio que debía hacer tenía que ser hecho en total y absoluta libertad por parte de Jesús. Cuando este se asomó a la copa, entre todo lo que está contenia había un color durísimo para el Hijo y este era la separación del Padre cuando a Cristo se le imputará el pecado de toda la humanidad. Jesús como hombre le preguntó si había alguna otra forma de que el plan de redención se cumpliera, a lo que el Padre le contestó que un inocente debía de ser sacrificado y que solamente así se podría por medio de su vida entregada, poder ofrecer el perdón a aquel que por fe se acercará a Dios. Pablo en Efesios 2 hace referencia a que la cruz ya estaba predestinada antes de la creación pues Dios que es Omnisciente corrió el riesgo de dejar que el hombre fuera completamente libre para escoger devolver el amor que él como Creador le había mostrado al darle el regalo de la vida y una relación con Él.
Al predestinar la cruz, Dios estaba asegurando que aún cuando el hombre fallara Él dejaría un camino nuevo y vivo para que el hombre pudiera volver a Dios. Que maravilloso Dios y que gran amor contiene el mensaje y la obra del Evangelio la cual hoy más que nunca nuestra generación necesita conocer para ser perdonados y encontrarse realmente con Dios.