"Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida"
1 Juan 1:1 RVR1960
Fácilmente podríamos pensar que Juan escribió esta carta unos años después de la ascensión del Señor Jesucristo y el impacto que todavía perduraba en su corazón se podría volcar rápidamente en un escrito tan apasionado como este. Pero ya habían pasado 60 años desde ese momento y todavía Juan seguía apasionado por su Señor y sirviendo a su pueblo como si fuera el primer día. Uno de los desafíos de nuestra época para los creyentes es no dejar de "Impresionarnos por Dios" pues esto afectará a nuestra relación con Él y en nuestro servicio a los demás.
Demasiadas luces artificiales quieren eclipsar la luz verdadera que emana de Dios. ¿Cómo fue que Juan lo consiguió? En la realidad espiritual para poder ver se debe de escuchar, aunque Jesús ya no estaba presente entre ellos pero su palabra la cual él vino a encarnar, "el Verbo de vida" inspirada por el Espíritu Santo le era suficiente para poder abrir sus ojos espirituales y desde ahí contemplar y palpar o lo que es lo mismo experimentar de nuevo a su Señor. Si quieres mantener tu alma elevada nunca negocies tu oír, ver, contemplar y tocar las Escrituras. Si sientes tu alma abatida y nublada es hora de volver a vivir en y con la Palabra y compartir el gozo que Juan vivía junto con otros creyentes.