"Hambrientos y sedientos, la vida se les iba consumiendo."
Sal 107:5 NVI
Cuándo vamos a la parábola de las vírgenes con la que estamos conectando este devocional, descubrimos que uno de los puntos principales es la responsabilidad individual que cada una tenia de proveer el aceite necesario para el momento de la hora más oscura. Al igual que en la vida natural cada día planificamos para tener la comida necesaria pues sabemos que sin ella no habría futuro y que estaríamos limitando nuestro presente, tambien así ocurre con nuestro hombre interior. Pero trágicamente esta es una realidad que muy pocos viven, "una vida de oración y de relación con la Palabra de Dios saludable, nutritiva y constante" . Es por ello que ya a muchos les cuesta mantenerse erguidos bajo los vientos de este tiempo, ¿qué ocurrirá cuando la tormenta arrecie y las cosas vayan en la dirección a la que las Escrituras nos apuntan? Las vírgenes sensatas se destacaron por tener la vida del espíritu suficiente y no esperar a que sea demasiado tarde. Honestamente creo que estamos en tiempos donde una dieta de 5,10 o 15 minutos no llegaria y no nos llevaria a nada, necesitamos nutrirnos espiritualmente con bastante seriedad para cuando llegue la llamada del esposo estemos lo suficientemente alertas para reaccionar rápido. Como vemos en la parábola, ninguna Virgen pudo sustituir en este tema a otra, por eso ánimo a no negociar, tomar responsabilidad y crecer en la llenura de tu lámpara.