"No tendrás dioses ajenos delante de mí."
Éxodo 20:3 RVR1960
En los primeros mandamientos veremos que estos están dirigidos hacia Dios, lo que nos muestra la realidad que nuestra relación con Él se reflejará después en los siguientes mandamientos en cuanto a nuestro prójimo, pues como decía Martyn Lloyd-Jones "El hombre que discute consigo mismo generalmente quiere discutir con todos los demás...el secreto está en vivir reconciliado con Dios en su interior ''.
Nuestro corazón ha sido diseñado para adorar y enfocarse en aquel o aquello que cree que le puede traer plenitud. En este mandamiento Dios no es que esté siendo egoísta sino que conociéndose a sí mismo y siendo nuestro Creador y queriendo nuestro bien, sabe que esto solo ocurrirá cuando Él ocupe su lugar en nuestros corazones. La creación nos refleja la sabiduría y gloria de Dios y en ella podemos ver como la Tierra gira felizmente en la órbita alrededor del Sol, imagina que ella decidiera hacerlo alrededor de la luna porque refleja alguna forma de luz, no tardaríamos demasiado tiempo en experimentar la tragedia y la muerte en el planeta Tierra.
Por ello por amor de tu alma y de tu eternidad, vigila de no estar gravitando alrededor de otros dioses, llámalos como quieras. Ten fe y por medio de ella vive en la plenitud y la dicha de este primer y trascendental mandamiento.