“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida."
Proverbios 4:23 RVA2015
Una de las formas más directas que el corazón tiene de alimentarse son las palabras que escucha. Es importante que entendamos que las palabras de otros no contienen solamente letras en un orden que permiten comunicar, sino también tienen espíritu, es decir traen algo de la otra persona que depositado en nuestro corazón nos va a hacer experimentar diferentes sentimientos qué acabarán en forma de actitudes y comportamientos. Todos hemos experimentado después de una conversación con alguien que algo dentro de nosotros no se ha quedado en paz y nos sentimos removidos o animados a tomar actitudes necias y perjudiciales (pudiendo ocurrir lo contrario). También conversaciones que nos hacen ver a otros de una forma injusta y afectar a nuestra relación con las personas. La Biblia nos exhorta a alejarnos de la lengua de agua salada pues está contaminará nuestro corazón y el resto de nuestra vida. Si nos gusta caminar con las personas de conversaciones críticas y negativas es porque algo dentro de nosotros le interesa y el peligro entonces ya no está fuera sino dentro nuestra. También hacemos bien si reflexionamos en nuestras conversaciones con otras personas después de haberlas tenido para ver la condición de nuestro corazón. Termino con el consejo que Job nos daba "El oido prueba las palabras" si quieres disfrutar de un corazón saludable pon aduana a tus oídos.