“Para que todos sean uno así como tú, oh Padre, en mí y yo en ti, que también ellos lo sean en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste."
Juan 17:21 RVA2015
Jesús oro por la unidad de su iglesia sabiendo los principios que se activan como el de la multiplicación exponencial. En uno de sus Proverbios, Salomón señala la sabiduría de la creación y pone de ejemplo a las langostas o saltamontes como los conocemos nosotros, cómo muestra del potencial de la unidad. Asi lo describe: "Las langostas, que no tienen rey, y salen todas por cuadrillas". Todos hemos escuchado de historias de cosechas arrasadas por nubes de langostas, cosa que sería imposible hacer a una sola, ellas se aprovechan del impulso que junto con sus compañeras provocan al unir sus alas para empujarse. Lo que una iglesia local pueda conseguir va a depender de la capacidad de saber ir como una unica cuadrilla y bien unidos. La virtud será desprenderse de la individualidad y saber que el mundo verá una única imagen cómo de una ola trayendo el mensaje del Evangelio y la vida de Dios. Aquellos que les cuesta desprenderse de su individualidad y que les encanta mostrarse difícilmente aportarán algo a esta ola. Es tiempo de ser y hacer real la oración de Jesús muriendo a nosotros y volando de tal forma que otros también puedan coger impulso junto a nosotros.