“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen"
Romanos 1:28
La decisión de los hombres de no tener en cuenta a Dios, no los deja en un estado neutral, en realidad los empuja a buscar el deseo de belleza, placer y plenitud que Dios puso en sus corazónes para que estos le buscaran y amorosamente Dios pudiera llenarlo, y no tener que salir a buscarlo en otras fuentes. Una de las fuentes más rápidas pero más destructivas que Pablo dejo claro en su carta a los Romanos cuando escribió sobre el estado en el que caen los hombres cuando deciden negar a Dios, es la de un estado moral en bancarrota. La mente se oscurece y actúa en formas no aprobadas y que destruyen el alma y la salud de los hombres. Hoy nuestra sociedad ha apostado por el carril de la sexualidad para alcanzar esa plenitud, buscando en ella sentido, significado, seguridad y un sinfín de necesidades del alma. Pero al igual que el fuego fuera de control se vuelve peligroso y destructivo, la sexualidad fuera de los parámetros de Dios, se vuelve una trampa mortal donde muchos quedan dañados, heridos y desilusionados. La confusión moral de hoy empieza a ser la cima del iceberg de lo que Pablo nos advirtió que ya había comenzado. La sexualización de la infancia es un tema que solo una sociedad de mente reprobada puede empujar y en lo que no debemos claudicar. Esta sociedad que decidió darle la espalda al creador tiene fecha de caducidad y antes de ese final, Dios en su misericordia provee una salida a través de Su Hijo Jesucristo, para que en unión a Él, podamos cambiar y tener como también Pablo bien nos escribió ‘’La mente de Cristo’’, es en esa mente aprobada que haremos las cosas que realmente convienen y que traerán dicha a nuestra vida.