“Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad."
Eclesiastés 1:2 RVR1960
Comenzamos una nueva serie de devocionales.
En esta ocasión nos acompañaremos de uno de los hombres mas complejos de la historia "Salomón". Él es quien escribe el libro de Eclesiastes y lo hace después de una intensa vida llena de oportunidades y posibilidades que no dudó en vivir y experimentar, y que muchas de las cuales solo serán un sueño o fantasía para la mayoría de los mortales.
Al final de sus días y con una reflexión que algunos intuimos y otros no se lo creen, concluyó que toda la experiencia de su vida era vanidad. Pero espera un momento diran algunos, ¿el hombre más famoso, poderoso e influyente de su generación acabo concluyendo que su experiencia de vida se resumia en ir tras algo como el viento para acabar exhausto y vacio? pues... tal cual.
La experiencia de Salomón es la que hoy multitudes viven, decidió construir su vida desde una perspectiva terrenal, horizontal y temporal buscando ahí lo que solo Dios puede dar, la diferencia es que él lo tenia todo al alcance de su mano y no tardó en descubrir lo que a otros les tomará toda la vida; que no ir tras Dios e ir tras lo demás al final es como no haber ido tras nada. Dios en su sabiduría nos dejó este libro y la trágica experiencia de Salomón para que no vayamos en la dirección equivocada. ¿La aprovecharemos?