“La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol."
Eclesiastés 1:9 NTV
Pareciera que el hombre avanza en su experiencia y aprovechamiento de la vida, pero la realidad es que aunque los envoltorios, colores y formas que hoy tienen las cosas que el hombre crea para satisfacer la sed de su alma pudieran externamente parecer diferentes, hay algo que no ha cambiado "su propio corazón". Las necesidades del alma que el hombre experimenta hoy son iguales en forma que las que tenian los habitantes de la tierra en el 1534 aC como los que la habitaban a principios del siglo XII.
Y como nos dice el predicador; "no hay nada nuevo debajo del sol" . El hombre busca satisfacerse en los deseos que percibe a través de sus sentidos y vive creyendo que no se marchara de aquí nunca, construyendo una vida vana y temporal. Pero también en cada generación han transitado sobre la tierra gente que ha descubierto que nada satisface el alma y que sólo Dios y la revelación que Él nos ha ido dejando en las escrituras pueden hacerlo, caminando así en una relación íntima con su creador. Tampoco ha cambiado la realidad que los unos y los otros, sean poderosos, celebridades, obreros y campesinos han abandonado esta tierra sin posibilidad de retener nada. Hoy estan en la eternidad como tú y yo más temprano que tarde estaremos.
Pero la cuestión es ¿donde?. La vida es un breve tiempo donde escogemos amar y conocer a nuestro creador o vivir independientemente de Él. No es una religión sino el evangelio quien nos ofrece el regalo de poder hacer real esa reconciliación y relación. Otros tuvieron su oportunidad, hoy es la nuestra. ¿Que elegirás?.