"Acuérdate del día de reposo para santificarlo."
Éxodo 20:8 RVR1960
Este mandamiento podríamos abordarlo con diferentes sentidos por el cual nos es dado. Por un lado la sabiduría divina nos encomienda a apartar un tiempo de descanso y reposar de nuestras labores.
Tan descompensado es no descansar como descansar demasiado y no trabajar. Pero también bajo el prisma de sombra que el Antiguo Testamento nos ofrece y que nosotros ahora como creyentes bajo el nuevo pacto entendemos, somos llamados a vivir este mandamiento cada día dado que hemos entrado en el reposo que Jesús nos ofrece. El día de reposo el pueblo de Dios estaba llamado a dedicarlo con devoción, adoración y contemplación a Dios.
Así debemos vivir cada día ahora que la obra de salvación a nuestro favor a sido completada y no podemos aportar nada en forma de holocaustos o ceremonias, vivamos haciendo de cada día un día de reposo desde el descanso que el evangelio nos da y sea Dios nuestra devoción diaria.