"Acuérdate del día de reposo para santificarlo."
Éxodo 20:13 RVR1960
El hombre contiene la imagen de Dios y esto le da una dignidad y valor único.
Cuando Jesús habló de los mandamientos de Dios, los llevó a la forma verdadera y espiritual que cada uno de estos contenían. En este mandamiento no solo se queda en el hecho de quitar la vida física, sino que trasciende a todo aquello que le quita vida y dignidad a nuestro prójimo. Jesús lo expresó con la siguiente rotundidad "Y cualquiera que le diga fatuo a su hermano quedará expuesto al infierno de fuego". Por lo que debemos ser vigilantes en nuestras palabras, acciones y actitudes en cuanto a nuestro prójimo no sea que estemos quitándole la vida y dignidad que Dios le ha dado y estemos transgrediendo este mandamiento.
Por el Evangelio podemos vivir la ley del amor, bajo esta no transgrediremos este mandamiento. Pablo expresa este principio así "El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor".