El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Eclesiastés 5:10 RVR1960
Damos lo que tenemos, por eso el dinero puede comprar cosas pero no el amor, puede abrirte puertas pero no darte libertad, puede permitirte el mejor hospital pero no la salud, puede darte una gran casa pero no la paz dentro de ella, puede llenar tu estómago pero no tu corazón.
Ir detrás del dinero es una forma de gastar la vida.Debemos ir detrás del servicio, la excelencia y la responsabilidad en nuestro trabajo, ésto traerá una remuneración que debemos usar sabiamente y teniendo en cuenta que el dinero es una herramienta para nuestro mantenimiento y para revelar donde está puesto nuestro corazón, pues antes de que nuestro dinero llegue a algo, ya lo hizo nuestro corazón.
Jesús nunca alabó al avaro o codicioso, más bien lo intentó sacar de esa trampa, pero si alabó al generoso y al que daba de corazón para su causa.
Con el tiempo te das cuenta que no necesitamos tantas cosas pero si más personas en nuestra vida y, honestamente esto el dinero no lo puede hacer. Ésto sólo se consigue con una inversión de tiempo y amor en otros.
Usemos el dinero para lo que es y no dejemos que los estímulos visuales de hoy despierten en nosotros la codicia por más y más cosas. Miremos a Jesús que nunca le faltó lo necesario y vivió una vida enfocada en el Padre y en los demás, cosa que le llevó a vivir la mayor plenitud que ningún hombre experimentó nunca.