Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho, coma poco; pero al rico no le deja dormir la abundancia.
Eclesiastés 5:10 RVR1960
Creo que Cohélet no fue el único hombre rico y abundante en posesiones que sintió cierta envidia mirando al trabajador que después de una jornada honesta de trabajo, podía disfrutar del fruto de éste y descansar sin miedo ni ansiedad, dado que no tiene tantas posesiones que no pueda controlar ni guardar.
El descanso de una conciencia tranquila, de no estar absorto en las preocupaciones y ocupaciones que traen las riquezas, viviendo en contentamiento con lo necesario y con lo que se tiene es uno de los descansos más placenteros en esta breve vida.
El mundo de las riquezas, además de adentrarte en un nivel donde aparecen las personas con doblez que quieren aprovecharse: los ladrones, así como las increíbles formas de apropiarse de lo que se ha conseguido, sin contar con el peligro de entrar en niveles sociales, donde mantener la pureza y la integridad no siempre es fácil, por lo que un lugar donde descansar bien y en paz se puede hacer costoso.
Cohélet fue arrollado por las riquezas, es por ello que escribió ésto, no como alguien que observó sino como alguien que lo experimentó.
Cuando seas seducido por la abundancia de otros y creas que ahí hay algo, pregúntate si estás pudiendo dormir con descanso y contentamiento y si lo tienes, quédate ahí y disfruta.