Aunque el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que un abortivo es mejor que él. Eclesiastés 6:3 RVR1960
Vayamos por partes.
Lo primero es dejar claro que abortivo, en éste versículo, se refiere a la posibilidad de no nacer por causas naturales y no de ser abortado por voluntad humana. Dicho esto, vemos que está haciendo un contraste de la vida entre las cosas que se consideraban señales de plenitud y prosperidad como; tener hijos, vivir largos años y ser recordado como alguien honorable. Después de enumerar éstas cosas importantes para su tiempo, que por si no eran malas, deja claro que si no te has saciado del bien, en verdad es como si no hubieras vivido. En este punto, Cohélet se alinea con la rotunda y clara afirmación de Jesucristo cuando dijo:
"De que le valiere al hombre si ganase todo el oro del mundo y perdiese su alma."
Aunque es muy tajante, lo admito, pero ante la óptica de la eternidad que se abre ante nosotros, existir y morir sin ver la luz por alguna causa natural, sin llegar a experimentar la vida en la tierra es considerado mejor, que vivir una vida larga sin haber experimentado el bien que las Escrituras nos revelan como a Jesús y su Evangelio. Éste nos deja claro que sólo a través de Jesús es que volvemos al Padre y tenemos vida eterna.
Si no abrazamos y nos doblegamos ante este mensaje de nada nos habrá valido la más exquisita de las vidas aquí y nuestra alma perdida por la eternidad.