Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de éldebajo del sol?
Eclesiastés 6:12 RVR1960
Las preguntas de Cohélet son las preguntas de la mayoría de personas que en su tránsito sobre esta tierra no se conforman con lo simple y perciben que hay algo más.
A la primera pregunta cada generación sale a buscar lo que la Biblia llama ídolos; esto es todo aquello de lo que en nuestro corazón nos hemos convencido que le dará sentido, significado y plenitud a nuestra vida.
A la segunda pregunta, muchos se quedan con una respuesta fácil respondiendo que nadie ha venido de la muerte a darnos la respuesta. Pero hay un hombre que sí lo ha hecho y que nos conviene escuchar lo que tiene que decirnos, su nombre es:
"Jesús de Nazaret".
Antes de participar de naturaleza humana Él existía como Dios, por lo que muchas de sus enseñanzas tenían que ver con lo que hay en la eternidad y claramente y sin rodeos nos dejó claro que hay un infierno y un cielo.
Jesús también ha sido el único hombre en resucitar de la muerte sin la intervención humana, pues el pagó por los pecados como un hombre justo y como hombre justo e inocente la muerte no pudo retenerlo. Él dijo que el que se arrepiente, pone su fe en Él y entra en una comunión leal y de fe con Él será resucitado como lo fue Él.
Por lo que las dos preguntas son respondidas en Jesús, el bien de la vida no es lo que nosotros creemos, sino que Jesús mismo es el mayor bien de esta vida y de la eternidad y Él nos ha dejado claro lo que nos espera pero que la decisión es nuestra y nadie va a tener excusas. Dios nos ayude a llevar a nuestra generación la respuesta a estas preguntas y oremos porque también muchos hoy puedan buscar y encontrar a Jesús.