Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad.
Eclesiastés 7:6 RVR1960
Sin duda Cohelet fue un gran observador de la vida, pero en este caso no creo que le hiciera falta mucho tiempo para descubrir esta realidad que con habilidad de lenguaje describe.
Hay muchos tipos de risas, pero él se centra en la que tiene que ver con los que viven sus vidas contrarias y ajenas a Dios, que no toman en cuenta su voluntad ni sus mandamientos, que no les importa transgredir sus leyes ni ir en contra de su verdad, es más, llegan a convencerse en su corazón que no hay Dios. A éstos la Biblia les da la categoría de necios. Éstos tienen una risa que pudiera parecer muy potente, contagiosa y duradera. Se ríen de todo lo que procede de Dios y aplauden aquello que va en contra, pero cuidado, porque su risa es como las ramitas que se usan para prender un fuego y aunque por el momento parece que lo devoran todo, finalmente y en poco tiempo quedan reducidas a cenizas sin mucha esperanza de calor y luz.
Recuerda que en la hora más oscura que se ha cernido sobre la humanidad, "la de la crucifixión de Jesús", para muchos la risa y la burla fue su respuesta, pero no demasiado tiempo después, los finales trágicos fueron llegando para Herodes, Pilato, el sumo sacerdote y el propio pueblo que mandó crucificarle. Directamente y sin anestesia, si ríes con el mundo durará poco y llorarás largamente. Pero si ríes con Dios aunque por momentos pareciera no llegar la esperanza de esa sonrisa, espera porque durará eternamente.