No te dejes llevar por el enojo, porque el enojo es propio de gente necia.
Eclesiastés 7:9 DHHS94
"Gente necia" es la categoría que le da Cohélet a quien vive de esta manera.
¿Que revela el enojo? Aunque el enojo se puede dar por un celo de verdad y justicia, la realidad es que la mayoría de las veces surge de un concepto elevado de nosotros mismos y de ponernos demasiado en el centro de nuestra historia. Cuando las cosas no salen como queremos, cuando no nos dan lo que pensamos que merecemos, o cuando los demás no son como creemos que deben ser, entonces brota el enojo a través del cual queremos manipular y presionar para que todo vuelva a girar como esperambamos que sea. En realidad lo que el enojo está revelando es que tenemos un ídolo que se llama YO. Por ello es que Cohélet llegó a esta conclusión.
Vivir así revela inmadurez y no haber entendido el mundo en el que nos ha tocado vivir. El sabio sabe que no puede controlar lo que ocurre fuera, pero si que puede hacerlo con su propio yo, se ha ejercitado para ello con la ayuda de la humildad y vive enfocado en amar y servirá a otros sin esperar qué ocurrirá.
Si alguien tuvo motivos para sentirse frustrado fue nuestro Señor Jesucristo que era el hombre perfecto en un mundo roto, ingrato y que lo llevó a la cruz. Pero no vemos que el enojo por como los demás serán condicionaba y movía a Jesús. Él supo en todo momento responder bajo el control de sus emociones y en amor.
La próxima vez que el enojo agite tu alma, pregúntate que te está moviendo, mira al cielo y pide que tu yo muera un poco más.