Lejos está lo que fue; y lo muy profundo, ¿quién lo hallará?
Eclesiastés 7:24 RVR1960
Esta reflexión viniendo de Cohélet, que fue un hombre sabio y profundo, nos da la dimensión de cuántas cosas no llegamos a entender en esta breve vida y que nos deben conducir a humillarnos más que a ignorarlas. "Lejos está lo que fue". Cada segundo que pasa de nuestra existencia queda tan lejos como los años pasados. La posibilidad de que vuelvan es imposible y ya quedan en un relato sin importar el tiempo en el que ocurrieron. Por mucho que nos afanemos en atrapar el tiempo como muchos intentan hacer, la realidad es que se nos escapa como agua entre los dedos, siendo el destino eterno lo único importante y al que invariablemente nos dirigimos.
Al igual en la vida, nos encontramos con preguntas profundas acerca de nuestra existencia las cuales tampoco está en nosotros saber su respuesta. Es por ello que nos encontramos con infinitas hipótesis acerca de: ¿Por qué existimos?¿A dónde vamos?¿Cuál es el verdadero significado de la vida? y así podríamos continuar hasta el infinito.
Algunos siglos después de Cohélet, vino alguien que afirmó ser: "La verdad". Nunca nadie ha hecho una afirmación tan alta y radical y su nombre fue Jesús. En Él están las respuestas más profundas a las preguntas más altas de la vida, pero la tragedia es que hoy muchos no toman el tiempo para leer y escuchar su mensaje detenida y seriamente, por lo cual se les sigue escapando el ayer mientras se acercan al mañana sin ninguna esperanza. Un día más temprano que tarde el ayer dejará de existir y nos encontraremos en la eternidad.
¿Habrás respondido a las preguntas más profundas?