Dirigí mi corazón a conocer, a investigar y a buscar la sabiduría y la razón, y a reconocer la maldad de la insensatez y la necedad de la locura.
Eclesiastés 7:25 LBLA
En los años que Dios me ha permitido observar mi vida y como otros viven la suya, he descubierto lo que Cohélet aquí nos describe:
"Dirigí mi corazón a conocer, a investigar y a buscar la sabiduría y la razón", claramente he visto que la sabiduría no se alcanza si no se busca. Ser sabio no es un accidente. Tal como hizo Cohélet, debemos pararnos y resolver en nuestro corazón si realmente vamos a apreciar la sabiduría como un inmenso tesoro y vamos a dirigir nuestra vida a buscarla en todas las fuentes en la que se puede encontrar.
Cohélet se detuvo e hizo esta resolución de conocer, investigar y buscar. Además he descubierto que si se deja de buscar la sabiduría, ésta se aleja de nosotros como si en movimiento hacia adelante estuviera. He visto personas que han brillado durante un tiempo con sabiduría y luego han caminado nuevamente como necios. Finalmente termina dándonos otro destello de lo que descubre el que va en pos de la sabiduría: andar en insensatez y necedad es una forma de vivir malvada y alocadamente; en otras palabras es vivir ajeno al diseño y propósito por el cual fuimos creados marchándonos de esta vida sin realmente honrar al que nos la regaló.
Hoy es el momento de pararnos a empezar a buscar sabiduría y no hay mayor fuente que Cristo y Su Palabra. ¿Cuánto de esto anhelas?