Me fijé de nuevo que bajo el sol la carrera no la ganan los más veloces ni ganan la batalla los más valientes; tampoco los sabios tienen qué comer ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía; sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.
Eclesiastés 9:11NVI
"Me fijé de nuevo". Resaltamos la virtud de Cohélet de prestar atención, observar, concluir y aprender. Como poco esto nos sacará de la superficialidad en la que nuestro siglo nos quiere instalar y nos llevará a ser más profundos y acertados.
En este caso, Cohélet observa que no todo es cuestión de salir en la casilla más adelantada, pues muchos, teniendo el viento a su favor, no llegan o naufragan en el viaje y bien de la vida. Donde Cohélet pone el acento es sobre cómo gestionar los tiempos malos y buenos que sí o sí traerá el viaje de la vida y qué aprender de ellos. Muchos solo saben navegar si el viento es favorable y son demasiado frágiles cuando las cosas no salen como ellos esperan, hundiéndose en la autocompasión, justificando con el viento adverso en forma de pruebas, personas que no son como ellos esperan, las injusticias de la vida, lo difícil de permanecer, etc. Esto muestra su voluntad de bajar los brazos y dejar de remar.
Otros se habitúan a los malos tiempos y cuando parecen venir buenos, los sabotean. Parece que les gusta quedarse en lo poco para así no quedar mal si no saben aprovechar el viento a favor. Pero los hay que ni se envanecen en los buenos tiempos, aprovechando la oportunidad para crecer, amar, aprender y coger la fuerza necesaria, sabiendo que no duran siempre, y cuando están en los malos vientos, saben depender también de Dios, no poniendo su valía en esa etapa y sacando provecho de las lecciones que la adversidad también nos da y que nunca estarán en la abundancia, sabiendo que también esa estación no dura siempre.
Al final no se trata de poner nuestra mirada en los vientos o en el sol, sino en Jesús, que es el Rey sobre toda estación de la vida y aprender también de cómo Él navegó en todas las circunstancias sabiendo encomendar su vida al Padre. Sea que estés en tiempos de bien o de adversidad, aprovéchalos para la estación que viene y acabar la carrera.