Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Eclesiastés 9:17 RVR1960
Como en la generación de Cohélet, cada generación tiene la oportunidad de asistir a estos dos discursos: el de la sabiduría y el de la necedad. Como fue antaño, sigue siendo hoy. Parece que el discurso del necio es más ruidoso y con más fuerza al ser proclamado, pero también cada generación tiene la oportunidad de encontrar las palabras del sabio y atender a ellas.
El discurso del necio, está lleno de emoción, promesas de tocar el cielo, idealismo, atajos, vanidad, humanismo y engaño. Si eres sensible y observador, ese discurso lo encontrarás en la calle, en la escuela, en la música, en las redes sociales, en el cine, etc. Invitándonos a vivir el momento, a cruzar las líneas y a ignorar las consecuencias.
Pero también hoy se pueden escuchar las palabras del sabio, debido a que Dios providencialmente nos dejó Su Palabra escrita y en ella está la fuente de la sabiduría. El sabio las buscará, las vivirá y las enseñará. Y gracias a Dios que cada generación tiene a la Iglesia de Cristo que es portadora de esas palabras y fielmente las enseña.
¡Qué bendición es ser de los que participan de ello y por sus diferentes medios, en quietud interior y con humildad, recibir el alimento eterno que estas contienen, pues sus frutos son para este tiempo y para el eterno!