Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Eclesiastés 9:18 RVR1960
Terminamos este intenso y variado capitulo 9 y, ¡qué luz arroja este texto sobre el tema de los conflictos humanos en todos los niveles!
El principio encontrado aquí se puede aplicar a las diferentes escalas de la vida: familiar, eclesial, entre pueblos y naciones. Cuando surge el conflicto, la fuerza para doblegar al otro y demostrar la razón parece ser el camino más corto, pero sin duda es el que más destrucción y heridas deja. Muchas relaciones no se enfrentan y se mantienen, pero es porque una de las partes tiene dominada a la otra.
La sabiduría Divina gestiona los conflictos con otros ingredientes. Sólo debemos ver el conflicto provocado por el pecado del hombre contra su Creador y cómo este a través de Jesús, lo soluciona sin necesidad de armas. En esta sabiduría vemos como el amor, la humildad, el servicio, la paciencia, el perdón y la misericordia triunfan sobre el juicio, siendo finalmente gobernados con una voluntad rendida ante tal gloriosa sabiduría de nuestro Creador y Señor Jesucristo.
Tristemente hasta su venida, seguiremos viendo las consecuencias de muchos pecadores ingobernables por Dios, y que gobernados por sus propias ambiciones y orgullo, destruirán mucho bien, y esto se puede aplicar a todos los niveles relacionales también.