Suave ciertamente es la luz y agradable a los ojos ver el sol;
Eclesiastés 11:7 RVR95
¡Qué gran muestra de Su naturaleza nos ha dado el Creador cuando con pequeñas cosas gratuitas podemos percibir guiños de su amor por nosotros!
Al contemplar la obra maestra de la creación podemos deducir rasgos destacados del artista que hay tras ella, como son: infinitud, sabiduría, inteligencia, diseño, majestuosidad, belleza, gusto, creatividad y hasta humor. Pero si paramos de nuestras ajetreadas vidas, tomamos aire y dejamos ese rayo de luz acariciar nuestro rostro, ese canto de ave atraer nuestro oído, esa agua fresca hacernos sentir vivos y en la postal del amanecer ver la firma del creador en letras mayúsculas poniendo: TE AMO, es entonces cuando nos daremos cuenta de que detrás de la mano del artista está el infinito corazón de un creador que nos ama y nos lo ha dejado saber a través de las cosas creadas.
Además de ello en Jesús, El Creador, se nos revela para que la luz de Su Gracia, acaricie también nuestros corazones volviéndolos a éste en absoluto agradecimiento por tanto. No olvides agradecerle cuando esa luz vuelva a acariciarte.