Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
Malaquías 3:16 RVR1960
¡Qué cuadro tan precioso encontramos en este texto!
Antes de este pasaje, podríamos leer como el pueblo que se llama de Dios, y en especial sus dirigentes, además de no valorarlo ni estimarlo, sentían que servirle y obedecerle era una pesada carga, como si algo se estuvieran perdiendo. Sin embargo, aquí encontramos un grupo que, no llama mucho la atención y un tanto invisible a los ojos del hombre, pero que atrapa al cielo y pareciera parar la actividad de allá arriba. Se trata de un grupo que, como suele suceder, expresa lo que hay en su corazón. Gente cuyos pensamientos y afectos están en el nombre del Señor, pues quieren bendecir y hacer feliz su corazón; sus conversaciones giran en torno a este anhelo. Esas conversaciones no pasaron desapercibidas para Dios, y tanto tocaron su corazón, que pidió que fueran anotadas, no solo Él tenerlas presentes, sino también para que la ciudad Celestial supiera quiénes, en medio de un mundo de espaldas al Reino de los Cielos, anhelan y aspiran la ciudad Celestial.
El libro sigue abierto y hoy se siguen anotando nombres para que no se olviden: ¿Estará el tuyo escrito ahí?