Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Isaías 6:3 RVR1960
Que Dios está en todo lugar es algo que la Biblia nos señala claramente en su atributo de la omnipresencia. Pero Dios solo habita, es decir, se queda a manifestar quién realmente es Él, donde se comparte su misma esencia y carácter como criaturas.
En este relato, vemos a los querubines delante del mismo Dios, y lo increíble es que están totalmente fuera de sí mismos y entregados a servir al otro, anunciando la virtud de Su Santo Creador. En todo el relato bíblico, cuando vemos a los ángeles, que son seres increíbles, siempre están enfocados en servir a los propósitos de Dios, y en ningún momento ponen la atención en sí mismos. Esto es humildad. Son seres increíbles y poderosos, llenos de belleza y gloria, pero saben de quién proviene y para qué Dios se lo ha dado.
¿Cómo consiguen y mantienen esa humildad?
Pues contemplando a Dios como vemos en este texto. Nada como contemplar al Creador para darnos cuenta de nuestra posición ínfima como criaturas y la razón de por qué existimos. Es ahí donde encontramos la verdad única para humillar nuestras almas, no sólo ante Él, sino ante los demás, pues en esa contemplación descubrimos que el mismo Creador se deleita y forma parte de su más íntima naturaleza: humillarse hasta donde sea necesario para mostrar amor a su creación.
Por ejemplo, cada día Dios provee de sol, calor, alimento y oxígeno a una creación que en su mayoría le da la espalda y no le tiene en cuenta. Ese Creador se hizo hombre y, sin necesitar hacerlo, caminó por las polvorientas calles de Israel, sirviendo, amando y sufriendo rechazo. La mayor muestra de humildad la realizó al dejarse asesinar cruelmente por los hombres a quienes les extendía perdón.
Hoy seguimos viendo esa humildad de un Dios que sigue extendiendo sus manos a pecadores para que se vuelvan a Él. Si queremos que Dios habite con nosotros, como lo ha hecho con muchos en esta tierra, contemplémoslo y vivamos participando de esa humildad.