Es cierto que el misterio de la maldad ya está ejerciendo su poder; pero falta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.
2 Tesalonicenses 2:7 NVI
Aunque este es un versículo con gran amplitud y debate, quiero centrarme en la primera parte, en la que incluso un ateo estaría de acuerdo.
Lo que Pablo nos está queriendo decir es que, conforme se acerca el tiempo final (el cual está bien desarrollado en las Escrituras para que nadie quede sin excusa), va a ir creciendo lo que la Biblia llama un "misterio". Esto es algo que, sin la luz que viene de Dios, el ser humano no va a poder comprender. Pablo se refiere a este misterio como el aumento de la maldad. La pregunta es: ¿por qué aumenta la maldad en el mundo?
No son pocas las conversaciones que he escuchado en estos últimos tiempos, de tantos conflictos bélicos y sobre por qué el ser humano no ha aprendido del pasado. El punto está en que el pecado tiene leyes: cuanto más se practica, más esclavo nos volvemos de él. Por ello, generación tras generación, observamos que, conforme se abren las puertas a las diferentes propuestas pecaminosas que hoy se nos venden como fuente de la felicidad, lo único que vemos es esclavitud y un empeoramiento en todos los niveles: emocionales, físicos y espirituales.
Pero hay otro punto en el que pocos se detienen. Existe un mundo espiritual de maldad que tiene acceso al ser humano por medio de la legalidad que el pecado (que no es otra cosa que rebelión contra la voluntad Divina revelada en su Palabra) le otorga. Por eso, cuando el ser humano y las sociedades celebran el triunfo de la rebelión contra la voluntad de Dios en todas las formas de la vida del ser humano, abren la puerta a una mayor oscuridad, esclavitud e influencia de la potestad de las tinieblas. Es por eso que hoy vemos tantas cosas inexplicables: en comportamientos, leyes o modelos de vida que hace pocas generaciones ni se habrían planteado.
Conforme las tinieblas tienen más permiso legal para influenciar, más borrarán la imagen del Creador en el ser humano. Pablo nos da este versículo en el contexto previo a la venida del Señor. Por lo tanto, aunque la ola de maldad crezca por momentos, Jesús pondrá fin a todo esto, juzgará a los hombres que no se hayan arrepentido de sus pecados y gobernará sobre aquellos que hayan aceptado su gobierno en el mensaje que contiene el Evangelio.
Así que no desesperemos al ver el aumento de la maldad, porque esa es la señal de que pronto veremos el gobierno del cual el profeta dijo "no tendrá fin", el gobierno de Jesucristo.