De edad de treinta años arriba hasta cincuenta años, todos los que entran en compañía para servir en el tabernáculo de reunión.
Números 4:3 RVR1960
Tres familias de la tribu de Leví habían sido apartadas para el servicio del tabernáculo: gersonitas, coatitas y meraritas.
El servicio que debían realizar era, a los ojos, muy natural y práctico, como: recoger el tabernáculo, doblar sus lonas y cuidar el mobiliario. Llama la atención la palabra que se usa en hebreo cuando dice "se ordenarán", siendo en original: "tsabá".
Esta palabra trae, entre otros, el siguiente significado: "Preparado para la guerra". El mundo espiritual está muy intrínsecamente unido con el mundo físico. Es por ello que, cuando hacemos cosas que tienen una implicación con el Reino de Dios en el plano natural, sentimos una lucha y oposición que, si la hiciéramos para otro fin, no la sentiríamos de la misma manera.
Desde limpiar, administrar, organizar, etc., vemos que, cuando se hace en favor del Reino de Dios, diferentes oposiciones o luchas se levantan, y por ello, como los familiares de Leví que fueron llamados al cuidado de él, una parte natural del tabernáculo, tuvieron que entender que, detrás de todo, había una batalla espiritual por hacer avanzar el testimonio de Dios en todas las realidades físicas.
Nunca bajemos la guardia, sea cual sea nuestra labor para el Señor, aun cuando parezca natural y doméstica, pues siempre estaremos en una batalla contra las tinieblas.