»El oficio de los hijos de Coat en el Tabernáculo de reunión, en el Lugar santísimo, será este:
Números 4:4 RVR95
Cada una de estas familias sacerdotales tenía indicaciones bien claras de qué y cómo debían realizar su labor en la obra de Dios. Por muy buenas ideas o mejores procesos para llevar a cabo la labor que ellos tuvieran, no debían inventar la rueda, sino más bien conformarse a las instrucciones que del cielo venían.
Así, hoy nosotros, como sacerdotes del Nuevo Pacto, cuando se trata de hacer Iglesia y llevar adelante la obra de Dios, no debemos volvernos locos y salir a las escuelas de gestión o de negocio para aprender los modelos organizacionales que nos harán cumplir objetivos y metas. Tampoco debemos salir a buscar el libro de moda:
"5 pasos para tener un ministerio e iglesia de éxito".
Lo primero es que los parámetros de si se está haciendo bien el servicio encomendado por Dios no son parámetros humanos; Dios tiene sus propios indicadores para catalogar por bueno y fiel a sus siervos.
Lo segundo es que todo el modelo lo tenemos en las Escrituras y, concretamente, en el libro de los Hechos tenemos muchos de los ingredientes de cómo debemos hacer Iglesia.
Se va más lento y es más sacrificado, pues se ha de ser dependiente, buscar al Espíritu Santo continuamente y permitir que Él nos enseñe paso a paso cada ingrediente.Pero se llegará más lejos y, lo más importante, la obra será hecha a su manera, la cual cumplirá con el objetivo de darle gloria a Él y solamente a Él.