"Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno."
1 Juan 2:14 RVR1960
Empezamos esta serie dada la importancia que Dios siempre le ha dado a trabajar con un modelo de transmisión en cuanto a su verdad revelada a los hombres, el cual vemos principalmente en la familia, pero también lo vemos en el comienzo y desarrollo del Evangelio empezando por la persona de nuestro Señor Jesucristo y como este escogió a 12 hombres para transmitir y volcar de sí mismo en ellos para que a su vez ellos también fueran portadores de la vida y la verdad que contiene el mensaje de Dios.
Por ello la Iglesia debe trabajar para incorporar en todo su desarrollo, una mentalidad transmisora y discípuladora, integrando a todas las generaciones y haciéndolo lo más tempranamente posible. No se debe esperar a que se tenga cierta edad para que ya hagan la conexión, si no que desde un principio ya formen parte en la medida de su capacidad de toda la vida que tiene la propia congregación.
Dada la rapidez con lo que nuestros cambios sociales se dán, para poder ser efectivos en la comunicación del eterno mensaje del Evangelio se necesitará una aportación de todas las generaciones para hacerlo llegar lo más efectivamente posible.