"Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros."
2 Timoteo 2:2 RVR1960
Pablo era un hombre entendido en los tiempos y consciente de la etapa que estaba viviendo, por lo que como siempre fue una característica de su ministerio, no dejo de preparar hombres que continuarán el trabajo de expandir el Evangelio a todas las naciones.
Pero si algo tenía claro Pablo era que no se trataba de ideas, esquemas, metodologías o fórmulas humanas lo que tenía que traspasar a la siguiente generación. Lo crucial para que el avance de la obra continuará era la fiel enseñanza de las verdades bíblicas de una generación a otra y una disposición a obedecerlas. Por ello esto, aunque sea un trabajo lento pero tendrá un alcance mucho más largo de lo que imaginamos pues la Palabra de Dios es viva y es con la que Dios está comprometido para continuar trabajando de generación en generación.
Por lo cual aquellos que están preocupados por la intergeneracionalidad tendrán como premisa la enseñanza fiel y sin rodeos de las Escrituras a las siguientes generaciones.