"No hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;"
1 Corintios 13:5 RVR1960
La mayoría entran al matrimonio con la idea de que la persona con la que han decidido compartir su vida tendrá la capacidad de satisfacer todas sus necesidades y hacerles felices.
No se tardará mucho tiempo en descubrir que esto es una falsa ilusión dado que solo Dios puede hacer completo al ser humano. Pero también es una forma egoísta y errada de entrar al estado de matrimonio. El amor más que sentimientos, son verbos o acciones a través de los cuales descubriremos viviendolos que parte del matrimonio se encuentra en hacer feliz a nuestro cónyuge a través del amor desinteresado y abnegado ocurriendo en muchas ocasiones que no nos acompañarán los sentimientos románticos o emocionantes para llevarlos a cabo, pero aún sin ello decidiremos seguir amando.
Es en esta fase que sentiremos la dicha, el sentido y la bendición de este estado y además acabaremos creciendo en algo que nos acompañará para siempre que es la imagen en nosotros de un Dios que ama siempre.