"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios."
Efesios 2:19 RVR1960
Entre los increíbles tesoros que el Evangelio contiene para aquellos que deciden abrazarlo por fe, se encuentra "miembros de la familia de Dios". La relación del Dios trino que se nos es revelada en las Escrituras es una relación de familia donde el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo conviven en una armonía perfecta desde la eternidad. El Hijo de Dios pagó el precio en la cruz para que tú y yo pudiéramos ser perdonados por un Dios justo y adoptados por este como hijos e hijas. La invitación no es a formar parte de un club o una organización, es una increíble invitación a ser parte de la familia eterna de Dios, donde el Padre es sustentador, nutridor y cuidador de cada uno de sus hijos y estos ya nunca volverán a sentir la orfandad que en este mundo se vive por estar fuera y de espaldas a la casa del Padre. Ya solo nos queda vivir como hijos y hacer la encomienda que un hijo agradecido y sabio a de hacer, la de traer satisfacción y gozo al corazón de su padre.