Todos, en nuestro peregrinaje como creyentes, vamos a experimentar días difíciles dónde sentimos que no tenemos el tono espiritual adecuado y en ocasiones arrastramos los pies.
En esta enseñanza veremos, por un lado, como Dios nos ve en esta condición de ser polvo, pero también su provisión para poder vivir lo que como Padre espera de nosotros.